Entrar en la Finca do Torgo por el alto, disfrutar de la vista que permite la orientación del viñedo, conocer de cerca nuestras vides de albariño, loureira y treixadura, entender lo que aportan los muros de piedra que perfilan las terrazas, ver la biodiversidad que caracteriza nuestra viña y saber cómo la cuidamos a lo largo de todo el año, después pasar a la bodega, en el bajo de la casa familiar como las de toda la vida, y finalmente, sentarnos a charlar y catar nuestros vinos... Así es como planteamos las visitas a Torgo. Si quieres, puedes venir con tus perros, o conocer a los nuestros. Te esperamos.